El golazo del croata abrió el marcador y Vinícius puso fin a su sequía goleadora en liga
Ya no había margen de error, el Real Madrid no podía permitirse otro pinchazo. El Girona plantó cara y propinó algún susto en los primeros minutos de partido, en defensa se dejaba el alma pero su puerta no corría peligro. Los blancos no encontraban el camino. Ahí apareció Modrić con su temido disparo desde la frontal. El 10 blanco lo había hecho de nuevo, a sus 39 años guió al Madrid hacia la victoria. Ese gol cambió el rumbo del partido y dio soltura a los de Ancelotti. Desde entonces, aparecieron los de siempre, Mbappé y Vinicius. El francés asistió al brasileño que se reencontró con el gol en liga desde su hat-trick ante el Osasuna en la victoria 4-0 en ese mismo estadio.
Carlo Ancelotti realizó algunas modificaciones en su habitual 4-2-3-1. Brahim por Bellingham en la mediapunta, el inglés cumplió el primero de sus dos partidos de sanción luego de confirmarse la sanción por parte del Comité de Competición. En la zaga, Alaba volvió a la titularidad más de un año después, y lo hizo al lado de Raúl Asencio. En el lateral derecho reapareció Lucas Vázquez tras recuperarse de una lesión en el isquiotibial de la pierna izquierda. El Girona no contó con Yangel Herrera, ya que vio la roja ante el Getafe, pero sí pudo recuperar a Danjuma y a Bryan Gil para la causa. El neerlandés fue la punta de lanza en el 4-2-3-1 de Michel.
El Madrid dominó la pelota y dictó el tempo del partido. El Girona esperaba en bloque medio con un 5-3-2 saltando a la presión en la divisoria. Ya en campo rival, activaron la presión tras pérdida y dieron el susto en los primeros compases del partido llegando a probar a Courtois. Con el tiempo, los albirrojos tuvieron que replegar, jugando a veces con cinco e incluso con seis hombres en defensa, procurando cerrar los pasillos interiores y ambas bandas. Los madridistas incorporaron a su repertorio ofensivo los disparos desde fuera del área, ninguno tuvo especial amenaza.
Sin muchas emociones y al término de la primera parte, Luka Modrić abrió el marcador desde la frontal con un derechazo tras cazar un rebote de un córner. El Bernabéu se rindió ante la joya del croata con los cánticos de “Modric, Modric”. Con un Girona más abierto el Madrid empezó a ejecutar más cambios de juego y a aprovechar el desborde de sus extremos. En ataque los catalanes subieron las líneas, dejaron más espacios atrás, pero sus ataques nunca supusieron un reto para la zaga local. En el Madrid brillaron Vinícius y Mbappé, ambos tuvieron todo tipo de ocasiones que no pudieron materializar entre la falta de acierto y un notable Gazzaniga bajo palos, hasta que, a pase del francés, el brasileño volvió a celebrar un gol con su público.